La respuesta sencilla es que la publicidad digital consiste en divulgar una marca y sus productos o servicios por medio de dispositivos o canales digitales.
También tengamos en cuenta que más allá de promocionar, permite conectar con el público objetivo y crear una relación con los consumidores.
Su efectividad viene desde el cambio de comportamiento del consumidor y la evolución de los servicios digitales. Las personas empezaron a usar Internet para todo, desde resolver un duda simple en Google hasta comprar un refrigerador en una tienda electrónica.
Por eso en la última década el Internet se ha convertido en un lugar donde las empresas tienen que estar sí o sí. Si el público está en Google, redes sociales y blogs, las marcas también deben hacer presencia en estos espacios.
Asimismo, han surgido diferentes formas en que las marcas conectan con los consumidores a través de Internet. En consecuencia, en los últimos años la publicidad digital se ha vuelto cada vez más compleja y poderosa.
La diversificación de los formatos, formas de cobro y opciones de segmentación del público han hecho las plataformas más robustas y llenas de posibilidades para las empresas.